Hay quien piensa que si se lavan muchos las frutas y verduras pueden perder nutrientes en el proceso. La farmacéutica García recuerda que no es así.
El primer paso, es lavarse las manos, los expertos recomiendan que este proceso dure 20 segundos y que haga a con agua y jabón.
Cómo limpiar algunos productos:
Raíces y tubérculos (patatas, zanahorias, rábanos, jengibre…). Enjuáguelos en agua, pélelos (si procede), después lávelos concienzudamente bajo el agua corriente y luego séquelos.
Vegetales con ‘recovecos’ y frágiles al mismo tiempo (coliflor, brócoli…).Sumérjalos en agua durante uno o dos minutos, enjuáguelos bajo el chorro de agua corriente y séquelos.
Manzanas, pepinos, peras y otros vegetales y frutas de consistencia firme: lávelos directamente bajo el agua, frótelos con un cepillo suave si fuera necesario y séquelos.
Melones y sandías. Aunque está claro que no nos vamos a comer la piel, son productos que crecen en contacto con la tierra, con lo cual conviene lavar con agua y frotar su superficie antes de abrirlos y luego secarlos. A la hora de cortarlos, utilice un cuchillo para cortar las tajadas y otro diferente para separar la pulpa de la piel.
Frutas más o menos blandas (uvas, cerezas, ciruelas, moras…). No lavar hasta el momento de su consumo, antes de guardarlas revisar y desechar aquellos granos o ejemplares mohosos o en mal estado (podrían afectar al resto). Antes de consumirlos sumérjalos en agua y, posteriormente, enjuáguelos bajo el chorro de agua corriente.
Setas. Límpielas con un cepillo suave o papel de cocina húmedo. En algunos casos, hay que reconocerlo, es una tarea tediosa donde las haya.
Muy buena entrada, gracias por informarme.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias. Si tiene alguna duda póngase en contacto conmigo.
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